No se lo digas a nadie.
Temprano por la mañana, el agua expulsa sus sueños nocturnos en forma de humo y, a pesar de la distancia, la peña se acicala reflejándose en la tranquila superficie. El tesoro de nuestros vecinos es también el nuestro. A quienes no sepan dónde está esto no hay que decírselo. Guardad el secreto, es sólo para nosotros...
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